La rodilla es una articulación de bisagra que proporciona movimiento en el punto donde el muslo se encuentra con la parte inferior de la pierna. El hueso del muslo (o fémur) se apoya en el hueso grande de la parte inferior de la pierna (tibia) en la articulación de la rodilla.

¿Cómo se realiza una cirugía de prótesis de rodilla?

Durante esta cirugía, el extremo del hueso del fémur se retira y se reemplaza con una cubierta metálica. El extremo del hueso de la pierna inferior (tibia) también se retira y se reemplaza con una pieza de plástico canalizada con un vástago de metal. Dependiendo de la condición de la articulación, también se puede agregar un «botón» de plástico debajo de la superficie de la rótula. Los componentes artificiales de un reemplazo total de rodilla se conocen como prótesis.

El ligamento cruzado posterior es un tejido que normalmente estabiliza cada lado de la articulación de la rodilla para que la parte inferior de la pierna no pueda deslizarse hacia atrás en relación con el fémur. En la cirugía de reemplazo total de rodilla, este ligamento se retiene, se sacrifica o se sustituye por una espiga estabilizadora de polietileno.

¿Cómo es la recuperación después de la Cirugía?

Una cirugía de prótesis de rodilla generalmente requiere entre una hora y media y tres horas de tiempo operatorio. Después de la cirugía, los pacientes son llevados a una sala de recuperación, donde se controlan con frecuencia los órganos vitales. Cuando se estabilizan, los pacientes son devueltos a su habitación de hospital.

El paso de la orina puede ser difícil en el postoperatorio inmediato, y esta condición puede agravarse con los analgésicos. Un catéter insertado en la uretra (un catéter de Foley) permite el paso libre de la orina hasta que el paciente se vuelve más móvil.

La fisioterapia es una parte extremadamente importante de la rehabilitación y requiere la participación total del paciente para un resultado óptimo. Los pacientes pueden comenzar la terapia física 48 horas después de la cirugía. Se puede esperar cierto grado de dolor, malestar y rigidez durante los primeros días de la terapia física. Los inmovilizadores de rodilla se utilizan para estabilizar la rodilla mientras se realiza terapia física, caminar y dormir. Pueden ser removidos bajo la guía del fisioterapeuta para varias partes de la terapia física.

Un dispositivo único que puede ayudar a acelerar la recuperación es la máquina de movimiento pasivo continuo, esta máquina se une primero a la pierna operada y se encarga de mover constantemente la rodilla mientras el paciente se relaja. Esto puede ayudar a mejorar la circulación y minimizar el riesgo de cicatrización y contractura de los tejidos alrededor de la rodilla.

Los pacientes comenzarán a caminar con un andador y muletas. Eventualmente, los pacientes aprenderán a subir y bajar escaleras. Se dan una serie de ejercicios caseros para fortalecer los músculos de los muslos y las pantorrillas.

Para obtener un resultado óptimo después de la cirugía de prótesis de rodilla, es importante que los pacientes continúen en un programa de fisioterapia ambulatoria junto con ejercicios en el hogar durante el proceso de curación. Se les pedirá a los pacientes que continúen ejercitando los músculos alrededor de la articulación reemplazada para prevenir cicatrices (y contracturas) y mantener la fuerza muscular con el propósito de lograr la estabilidad de la articulación. Estos ejercicios después de la cirugía pueden reducir el tiempo de recuperación y conducir a una fortaleza y estabilidad óptimas.

¿Cuáles son los riesgos?

Los riesgos de la cirugía de prótesis de rodilla incluyen coágulos de sangre en las piernas que pueden viajar a los pulmones (embolismo pulmonar). La embolia pulmonar puede causar dificultad para respirar, dolor en el pecho e incluso shock. Se pueden generar daños en los nervios. También en el 2% de los casos se producen infecciones.

Otras complicaciones comunes incluyen:

• Reacción alérgica al cemento óseo.
• Exceso de formación de hueso alrededor de la articulación artificial de la rodilla, lo que lleva a un movimiento restringido en la rodilla.
• Exceso de tejido cicatricial que restringe el movimiento de la rodilla.
• Inestabilidad de la rótula, que provoca una dislocación dolorosa en el lado externo de la rodilla.
• Daño en el ligamento, la arteria o a nivel de los nervios de la articulación de la rodilla.
• Rótula dislocada.
• Sangrado en la articulación de la rodilla.
• Desgaste de las superficies del implante, haciendo que los componentes se aflojen.
• Puede ser necesaria una cirugía adicional si el reemplazo se afloja o se desgasta, si hay una infección grave o si la persona sufre una caída.

La cirugía de prótesis de rodilla puede ayudar a los pacientes cuya rodilla o rodillas se han degenerado debido a enfermedades y/o lesiones. Esta intervención quirúrgica debe ser realizada por un médico que tenga la experiencia y la destreza que requiere este tipo de acto quirúrgico. En el caso de que usted desee agendar una Consulta con el Dr. Daniel Machuca quien es Ortopedista de Satélite, no dude en enviarnos un mensaje a través del formulario de contacto. El Doctor Machuca se especializa en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la cirugía de prótesis de rodilla.